El tema que hoy traigo a la consideración de los lectores de este blog es sobre la Escuela en general y la Escuela Inclusiva en particular. Un tipo de escuela que he de reconocer que personalmente a fecha de hoy no me dice nada y en la que por desgracia no creo. ¡Ya se!, que, con lo dicho, me he granjeado las hostilidades de un determinado grupo de profesores, pero es mi opinión y percepción de esta.
En el transcurso de este post o articulo-llámalo como quieras-, intentare argumental esa posición de salida, que, por cierto, no es inamovible, ¡al contrario!, estoy dispuesto a cambiarla. De todos modos, como punto de partida hablemos de los conceptos de… Escuela, Escuela Inclusiva y Educación.
Comencemos con la Escuela. ¿Qué es?, ¿y qué entendemos por Escuela?… Es el nombre que se ha decido dar a cualquier “lugar” donde se imparte la educación o la enseñanza. Lugar, el cual ha sido definido por convenio, como centro docente, centro de enseñanza, etc. Por otro lado, etimológicamente el termino proviene del griego (skholḗ), y que luego derivo en el latín como schola. Y al contrario de lo que hacemos ahora, su significado inicial en griego era el de “tiempo libre”.
En cuento a la educación, aquí tenemos materia. De hecho, podemos considerar la como el proceso de facilitar un aprendizaje, es decir, la adquisición de unos conocimientos, junto a unas habilidades, valores, creencias, etc., de tal forma, que siempre hay un grupo de personas que los transfieren a otras. Esa transmisión se realiza a través de narraciones, discusiones, etc. Y podríamos continuar al respecto de la educación hablando de las personas que se encargan de ello cómo pueden ser los padres, profesores, maestros, etc., y de la responsabilidad que tienen cada uno en la educación/enseñanza del alumno o alumna.
No obstante, quiero hacer un hueco a la etimología de la palabra educación. La cual procede de la palabra latina ēducātiō “o crianza” y, por otro lado, de a su vez de la palabra latina como es… ēdūcō, que se entiende por “educo o entreno”. Aunque yo siempre lo he considerado como aquello que… “saco o extraigo del alumno”.
La verdad, esto último… eso “de sacar…” últimamente creo que se da más bien poco en la escuela y más en España donde el Sistema educativo tiene muchas cosas a su alrededor que no la beneficia. Pero esto es otra historia.
Dicho esto, nos queda hablar de la Escuela Inclusiva. Y que como ya dije al principio, no creo en ella, aunque si, en sus bondades. De todos modos, no corramos e intentemos conocer que se conoce por Escuela Inclusiva.
Es un modelo educativo donde se busca facilitar las necesidades de aprendizaje de los niños, jóvenes, etc., poniendo un énfasis en las dificultades que estos puedan tener. Algún tipo de discapacidad, marginalidad o que corran riesgo de exclusión social. Se ve claro que estos alumnos tienen unas “necesidades educativas especiales (NEE)” y por ello una atención especial o especifica. Todo muy bonito, pero a fecha de hoy es una autentica utopía. Aunque también reconozco que hay quienes están luchando por hacer realidad esta utopía.
Se busca adaptar los sistemas educativos, al igual que se pretende adaptar la escuela físicamente, para poder llegar a conseguir alcanzar la necesidades de aprendizaje de esos chicos y chicas con NEE. En definitiva, se adapta todo, pero nos quedamos corto. ¿Y por que nos quedamos corto? Porque no se consigue que el alumnado tanto con NEE, como los que no lo tienen, participen de la misma aula y puedan estudiar junto.
Todo esto es demasiado teórico. Y a la hora de la verdad, nadie colabora para que la Escuela Inclusiva sea real. Se necesita una formación especifica por parte del “profesorado” en general. Y no digamos nada de la gran necesidad de tener un amplio plantel de PT´s y AL´s, que hoy por, son los que en teoría están más preparados para este tipo de escuela. Aunque noticias recientes en varios puntos de España, dicen lo contrario. Tampoco quiero castigar a colectivo, pues bastante tiene con tener compañeros de armas como los que se han dado en esas noticias y tienen que batallar con los medios que la administración pone a su alcance y que casi siempre es deficitario.
Pero no solamente son ellos, también el resto de profesorado los que por desgracia tampoco tienen la formación adecuada para poder tratar a chicos y chicas con dificultades, trastorno o altas capacidades, que por desgracia son los colectivos de alumnos más desfavorecidos del Sistema Educativo Español.
Además, sigo considerando que la administración debe de plantearse una redistribución de la inversión en educación, pues somos uno de los países de la OCDE que más invierte en educación y no se aprecia. Incluso, hay países que invierten menos y nos superan en calidad educativa.
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